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Los Saludos Oportunos, Volumen 2, Números 05, 06

Llamadas Oportunas Vol. 2, 5-6

MEDITACIÓN PARA LA ORACIÓN DE APERTURA–

Vuélvase del Debate; Presente la Verdad

Leeré de Palabras de Vida del Gran Maestro, página 22, comenzando con el último párrafo. {2TG5: 2.1}

“En vez de discutir teorías erróneas, o de tratar de combatir a los opositores del Evangelio, seguid el ejemplo de Cristo. Resplandezcan en forma vivificante las frescas verdades del tesoro divino. ‘Que prediques la palabra’. Siembra ‘sobre las aguas’. ‘Que instes a tiempo y fuera de tiempo’. ‘Predique mi palabra con toda verdad aquel que recibe mi palabra … ¿Qué tiene que ver la paja con el trigo, dice el Señor?’ ‘Toda palabra de Dios es limpia; … no añadas a sus palabras, porque no te reprenda, y seas hallado mentiroso’”. {2TG5: 2.2}

Esta tarde oraremos por la habilidad para seguir el ejemplo de Cristo en la enseñanza. También oraremos para que nosotros recordemos que se nos instruye a no entrar en debates con los que no están de acuerdo con nosotros; que Cristo no debatía, y tampoco debemos nosotros si hemos de ganar; que Dios nos suplirá con frescas verdades para traer al pueblo; que si tales verdades no convencen a los opositores del “evangelio eterno”, nada lo hará, aún si los muertos se levantaran como testigo contra ellos; que nosotros exaltemos la Biblia sobre todos otros libros; que nosotros midamos todo lo demás con la medida de la Biblia, y rompamos para siempre todas las otras varas de medir. {2TG5: 2.3}

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UNA FIESTA QUE DESCORRE EL VELO, ABRE LAS PUERTAS, Y HACE QUE LA MUERTE HUYA

TEXTO DE LA ALOCUCIÓN POR V. T. HOUTEFF

MINISTRO DE LOS DAVIDIANOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA

EL SÁBADO, 6 DE SEPTIEMBRE DE 1947

CAPILLA DEL MONTE CARMELO

WACO, TEXAS

El texto de nuestro estudio esta tarde es Isaías 25 y 26. Para orientarnos propiamente en el tema del estudio, comenzaremos con el versículo 6 del capítulo veinticinco. Después estudiaremos los primeros cinco versículos. {2TG5: 3.1}

Isaías 25:6 – “Y Jehová de los ejércitos hará en este monte a todos los pueblos banquete de manjares suculentos, banquete de vinos refinados, de gruesos tuétanos y de vinos purificados”.

Primero que todo encontraremos la verdad de este monte figurativo. Para obtener esta información debemos ir al último versículo del capítulo veinticuatro, porque la historia del capítulo veinticinco comienza con el capítulo anterior. Leeremos estos versículos conjuntamente: {2TG5: 3.2}

Isaías 24:23; 25:6 – “La luna se avergonzará, y el sol se confundirá, cuando Jehová de los ejércitos reine en el monte de Sion y en Jerusalén, y delante de sus ancianos sea glorioso. Y Jehová de los ejércitos hará en este monte [el Monte de Sión] a todos los pueblos banquete de manjares suculentos, banquete de vinos refinados, de gruesos tuétanos y de vinos purificados”.

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Aquí vemos que el “Monte de Sión” es el monte en el cual el Señor preparará una fiesta para todo el pueblo, una fiesta de cosas tentativas. Allí se reunirá el pueblo. {2TG5: 4.1}

Isaías 25:7 – “Y destruirá en este monte la cubierta con que están cubiertos todos los pueblos, y el velo que envuelve a todas las naciones”.

Cuando la cubierta bajo la cual están las naciones ahora, sea deshecha, entonces se encontrarán a sí mismos en la abertura – vulnerables al “viento” y la “tormenta”. Si, cuando el velo que ahora cuelga sobre todos los pueblos de la tierra, sea quitado, entonces ellas verán lo que ahora no pueden ver. ¿Y qué entonces? – {2TG5: 4.2}

Isaías 25:8-10 – “Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho. Y se dirá en aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación. Porque la mano de Jehová reposará en este monte; pero Moab será hollado en su mismo sitio, como es hollada la paja en el muladar”.

Para hacer estos grandes eventos posibles, no sólo los que en ese tiempo gobiernen la tierra, sino Moab, también, vemos, será hollado. ¿Y quién puede ser Moab sino los Árabes quienes ahora reclaman tercamente la tierra de Palestina? Pronto el mundo conocerá que Dios no ha olvidado la tierra, y que Dios es el maestro de la situación. {2TG5: 4.3}

Isaías 25:11, 12 – “Y extenderá su

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mano por en medio de él, como la extiende el nadador para nadar; y abatirá su soberbia y la destreza de sus manos; Y abatirá la fortaleza de tus altos muros; la humillará y la echará a tierra, hasta el polvo”.

Estos versículos sostienen el hecho ante nosotros que no importa que clase de fortificación puedan inventar los hombres, con todo la tal será derribada como paja cuando el Señor manifieste su poder. Habiendo visto claramente ahora esta maravillosa Verdad Bíblica, digamos: {2TG5: 5.1}

Isaías 25:1 – “Jehová, tú eres mi Dios; te exaltaré, alabaré tu nombre, porque has hecho maravillas; tus consejos antiguos son verdad y firmeza”.

Aquí se nos muestra que como resultado de esta verdad revelada, algunos verdaderamente aceptarán al Señor de la Biblia como su Dios, y se comprometerán a exaltarlo y siempre alabar su maravilloso nombre porque ellos ven que ha hecho cosas maravillosas. No torcerán sus consejos antiguos porque ellos sabrán por experiencia que sus consejos son fieles y verdaderos. Por experiencia personal conocerán el poder de Dios y dirán: {2TG5: 5.2}

Isaías 25:2, 3 – “Porque convertiste la ciudad en montón, la ciudad fortificada en ruina; el alcázar de los extraños para que no sea ciudad, ni nunca jamás sea reedificado. Por esto te dará gloria el pueblo fuerte, te temerá la ciudad de gentes robustas”.

La ciudad de este versículo debe ser la ciudad mencionada primero en Isaías 24:10 {2TG5: 5.3}

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“Quebrantada está la ciudad de la vanidad; toda casa se ha cerrado, para que no entre nadie. Hay clamores por falta de vino en las calles; todo gozo se oscureció, se desterró la alegría de la tierra. La ciudad quedó desolada, y con ruina fue derribada la puerta. Porque así será en medio de la tierra, en medio de los pueblos, cono olivo sacudido, como rebuscos después de la vendimia. {2TG5: 6.1}

“Estos [los que no son sacudidos] alzarán su voz, cantarán gozosos por la grandeza de Jehová, desde el mar darán voces. Glorificad por esto a Jehová en los valles; en las orillas del mar sea nombrado Jehová Dios de Israel. De lo postrero de la tierra oímos cánticos: Gloria al justo. [como resultado, habrá conversos de los cuatro cabos de la tierra]. {2TG5: 6.2}

“Y yo dije: ¡Mi desdicha, mi desdicha, ay de mí! Prevaricadores han prevaricado; y han prevaricado con prevaricación de desleales. Terror, foso y red sobre ti, oh morador de la tierra. Isaías 24:10-17. {2TG5: 6.3}

La siguiente declaración del Espíritu de Profecía agrega luz a estos versículos:

“Vi focos de luz que brillaban desde las ciudades y los pueblos, en las montañas y los llanos. La palabra de Dios era obedecida y como resultado en cada ciudad y en cada pueblo se levantaban monumentos a su gloria. Su verdad era proclamada en todo el mundo”. Testimonios para la Iglesia, Volumen 9, página 24. {2TG5: 6.4}

Isaías 26:1 – “En aquel día cantarán este cántico

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en tierra de Judá: Fuerte ciudad tenemos; salvación puso Dios por muros y antemuro”.

El canto de la majestad del Señor se cantará en la Tierra Prometida, y allí tendrán los santos una ciudad que no puede ser sacudida, porque tendrá salvación por muros. Entonces se dirá: {2TG5: 7.1}

Isaías 26:2 – “Abrid las puertas, y entrará la gente justa, guardadora de verdades”.

Aquí se enseña que todo esto toma lugar en el día de salvación, en el día que las puertas puedan ser abiertas para que entre una nación justa. Si, toda una nación, la tal será salva, ni un pecador entre ellos, entonces responderá a la llamada, “Salid de ella pueblo mío, para que no seáis participantes de sus pecados, y no recibáis de sus plagas”. {2TG5: 7.2}

Isaías 26:3, 4 – “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos”.

Aunque a través de los años de la historia las naciones han desarrollado gran poder, con todo ninguna ha retenido ese poder para siempre. Pero aquí se nos confirma que los que confían en el Señor Jehová tendrán paz eterna y fortaleza perpetua. {2TG5: 7.3}

Isaías 26:5-10 – “Porque derribó a los que moraban en lugar sublime; humilló a la ciudad exaltada, la humilló hasta la tierra, la derribó hasta el polvo. La hollará pie, los pies del afligido, los pasos de

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los menesterosos. El camino del justo es rectitud; tú, que eres recto, pesas el camino del justo. También en el camino de tus juicios, oh Jehová, te hemos esperado; tu nombre y tu memoria son el deseo de nuestra alma. Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me dure el espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia. Se mostrará piedad al malvado, y no aprenderá justicia; en tierra de rectitud hará iniquidad, y no mirará a la majestad de Jehová”.

Este versículo claramente nos dice que cuando los juicios de Dios caigan sobre la tierra, los de mente justa aprenderán justicia; pero los pecadores no arrepentidos no aprenderán justicia con todo lo que se haga para ellos. Y esa es la razón porqué serán quitados de la congregación de los justos. De cualquier manera, los justos, aun ahora sienten la poderosa mano del Señor y penosamente declaran: {2TG5: 8.1}

Isaías 26:11 – “Jehová, tu mano está alzada, pero ellos no ven; verán al fin, y se avergonzarán los que envidian a tu pueblo; y a tus enemigos fuego los consumirá”.

Verdaderamente, cuando la mano de Dios se levante para libertar a su pueblo, los impíos no la verán. Pero después que los justos sean liberados, los impíos claramente verán y envidiarán, pero será para su vergüenza y muy tarde para hacerles algún bien. Aún ahora mientras “la lluvia tardía” está cayendo, los fariseos que imaginan que no tienen necesidad de nada, están huyendo de ella o poniéndose sus impermeables sobre sus cabezas. Sin embargo, los que buscan justicia salen a

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lo descubierto. Así aprenden a decir– {2TG5: 8.2}

Isaías 26:12 – “Jehová, tú nos darás paz, porque también hiciste en nosotros todas nuestras obras”.

Esto puede ser dicho sólo por los que le permiten al Señor hacer su obra en sus corazones, y poderlo así alabar: {2TG5: 9.1}

Isaías 26:13-16 – “Jehová Dios nuestro, otros señores fuera de ti se han enseñoreado de nosotros; pero en ti solamente nos acordaremos de tu nombre. Muertos son, no vivirán; han fallecido, no resucitarán; porque los castigaste, y destruiste y deshiciste todo su recuerdo. Aumentaste el pueblo, oh Jehová, aumentaste el pueblo; te hiciste glorioso; ensanchaste todos los confines de la tierra. Jehová, en la tribulación te buscaron; derramaron oración cuando los castigaste”.

Estos versículos declaran que el Israel de la promesa, no los Judíos incrédulos, se han incrementado en número después de haber sido removidos de su tierra, después de haber sido esparcidos hasta los fines de la tierra. Mientras este castigo (ser quitados de su tierra) está sobre ellos todavía, ellos derraman oración y dicen: {2TG5: 9.2}

Isaías 26:17, 18 – “Como la mujer encinta cuando se acerca el alumbramiento gime y da gritos en sus dolores, así hemos sido delante de ti, oh Jehová. Concebimos, tuvimos dolores de parto, dimos a luz viento; ninguna liberación hicimos en la tierra, ni cayeron los moradores del mundo”.

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Aquí se muestra que los ojos de los penitentes serán abiertos; ellos se verán a sí mismos como Dios los ve, y confesarán que en otro tiempo ellos han fracasado en sus esfuerzos, que ellos han estado de parto, han tenido dolores, pero han engendrado “viento” solamente, mientras los impenitentes piensan que ellos son ricos y enriquecidos, están haciendo un gran acto, y no tienen necesidad de nada. {2TG5: 10.1}

Si, la iglesia puede jactarse ahora de sus logros, o su así llamada gran membresía, pero no por mucho más tiempo, también descubrirá que ha fracasado en terminar su obra, que el mundo está aún destruyendo la tierra, que su pueblo no ha sido salvo y que en vez de engendrar salvación, ella no ha engendrado nada sino “viento”. {2TG5: 10.2}

“En el gran zarandeo que pronto se llevará a cabo podremos medir más exactamente la fuerza de Israel. Las señales indican que el tiempo está cerca cuando el Señor revelará que tiene un aventador en su mano y limpiará con esmero su era”. Testimonios para la Iglesia, Volumen 5, páginas 75-76. {2TG5: 10.3}

Isaías 26:19 – “Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán. ¡Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío es cual rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos”.

No sólo los vivos, sino también los muertos serán reunidos en la “ciudad fuerte”. Ya oímos al Señor suplicando con todos nosotros, diciendo: {2TG5: 10.4}

Isaías 26:20 – “Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación”.

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Esta súplica muestra que nos estamos acercando al tiempo de angustia y que Dios está ansioso por tenernos bajo protección. Los sabios le oirán y aceptarán las cámaras, la protección que él provee para ellos. {2TG5: 11.1}

Isaías 26:21 – “Porque he aquí que Jehová sale de su lugar para castigar al morador de la tierra por su maldad contra él; y la tierra descubrirá la sangre derramada sobre ella, y no encubrirá ya más a sus muertos”.

Todas estas verdades que Dios está trayendo ahora a nuestra atención, apuntan a una cosa: Que el día grande y terrible de Jehová está a la mano, que él está presto a manifestar su poder y sacudir la tierra y que todo lo que no pueda ser sacudido permanezca. ¿No estás alegre, Hermano, Hermana, que Dios te está dando primero la oportunidad de prepararte para el día de Dios, de afirmarte en su Verdad siempre progresiva? {2TG5: 11.2}

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MEDITACIÓN PARA LA ORACIÓN DE APERTURA–

Como Asegurar el Conocimiento Imperecedero

Leeré de Palabras de Vida del Gran Maestro, página 23, comenzando en el tercer párrafo. {2TG6: 12.1}

“Al apartarse de la Palabra de Dios para alimentarse de los escritos de los hombres no inspirados, la mente llega a empequeñecerse y degradarse. No se pone en contacto con los profundos y amplios principios de la verdad eterna. La inteligencia se adapta a la comprensión de las cosas con las cuales se familiariza, y al dedicarse a las cosas finitas se debilita, su poder decrece, y después de un tiempo llega a ser incapaz de ampliarse. Todo esto es falsa educación. La obra de todo maestro debe tender a afirmar la mente de la juventud en las grandes verdades de la Palabra inspirada. Esta es la educación esencial para esta vida y para la vida venidera. Y no se crea que esto impedirá el estudio de las ciencias, o dará como resultado una norma más baja en la educación. El conocimiento de Dios es tan alto como los cielos y tan amplio como el universo … Traten los jóvenes de comprender estas verdades divinas, y sus mentes se ampliarán y vigorizarán con el esfuerzo. Esto colocará a todo estudiante que sea un hacedor de la palabra, en un campo de pensamiento más amplio, y le asegurará una imperecedera riqueza de conocimiento … Tal educación restaurará la imagen de Dios en el alma”. {2TG6: 12.2}

¡Que lección no sólo para los jóvenes sino para los adultos también!. Oremos para que nos podamos darnos cuenta de la importancia de estudiar la Verdad inspirada; que podamos darnos cuenta que ésta no elimina el estudio de la ciencia verdadera; que al consagrar nuestras vidas a la Palabra de Dios es para obtener un gran tesoro de sabiduría; y que así la imagen de Dios es restaurada en el alma. {2TG6: 12.3}

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LA LASCIVIA HUYE CON LA PROTESTA DE LOS HIJOS

EL REAVIVAMIENTO Y LA REFORMA GANAN

TEXTO DE LA ALOCUCIÓN POR V. T. HOUTEFF

MINISTRO DE LOS DAVIDIANOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA

EL SÁBADO, 13 DE SEPTIEMBRE DE 1947

CAPILLA DEL MONTE CARMELO

WACO, TEXAS

Nuestro estudio se encuentra en los capítulos primero y segundo de Oseas. Comenzaremos con – {2TG6: 13.1}

Oseas 1:2 – “El principio de la palabra de Jehová por medio de Oseas. Dijo Jehová a Oseas: Ve, tómate una mujer fornicaria, e hijos de fornicación; porque la tierra fornica apartándose de Jehová”.

Inmediatamente vemos que esta esposa y estos hijos simbolizan al pueblo de Dios apartándose de él, y que a tal acto impío, El llama fornicación. {2TG6: 13.2}

Oseas 1:3, 4 – “Fue, pues, y tomó a Gomer hija de Diblaim, la cual concibió y le dio a luz un hijo. Y le dijo Jehová: Ponle por nombre Jezreel; porque de aquí a poco yo castigaré a la casa de Jehú por causa de la sangre de Jezreel, y haré cesar el reino de la casa de Israel”.

La razón de Dios para nombrar así al primer hijo alegórico, era para significar que en un poco El iba a vengar la sangre de Jezreel sobre la casa de Jehú, quien era entonces el rey de Israel. Luego declara el Señor: {2TG6: 13.3}

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Ose 1:5 – “Y en aquel día quebraré yo el arco de Israel en el valle de Jezreel”.

Quebrar el arco significa quebrar la fuerza militar de la nación. La historia de esto está registrada en 2ª Reyes 10, 11. {2TG6: 14.1}

Oseas 1:6 – “Concibió ella otra vez, y dio a luz una hija. Y le dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ruhama, porque no me compadeceré más de la casa de Israel, sino que los quitaré del todo”.

Este nombre de la hija era para denotar la completa destrucción de la casa de Israel, el reino de las diez tribus. Esta destrucción, sabemos, fue completada por el rey de Asiria, quien esparció el pueblo por las ciudades de los Medos. La historia de esto se encuentra en 2ª Reyes 18:11 – “Y el rey de Asiria llevó cautivo a Israel a Asiria, y los puso en Halah, en Habor junto al río Gozán, y en las ciudades de los medos”. {2TG6: 14.2}

Oseas 1:7 – “Mas de la casa de Judá tendré misericordia, y los salvaré por Jehová su Dios; y no los salvaré con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con caballos ni jinetes”.

El Señor prometió tener misericordia de la casa de Judá de la invasión del rey de Asiria. La historia de este incidente está registrada en 2ª Reyes 19:35 – “Y aconteció que aquella misma noche salió el ángel de Jehová, y mató en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil; y cuando se levantaron por la mañana, he aquí que todo era cuerpos de muertos”. {2TG6: 14.3}

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Oseas 1:8, 9 – “Después de haber destetado a Lo-ruhama, concibió y dio a luz un hijo. Y dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ammi, porque vosotros no sois mi pueblo, ni yo seré vuestro Dios”.

El nombre del tercer hijo era para significar que aunque Israel y Judá eran el pueblo escogido de Dios, se estaba apresurando el día en el cual ellos no serían más llamados su pueblo. El cumplimiento de esta fase de la profecía nos trae a la era Cristiana. {2TG6: 15.1}

Oseas 1:10 – “Con todo, será el número de los hijos de Israel como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el lugar en donde les fue dicho: Vosotros no sois pueblo mío, les será dicho: Sois hijos del Dios viviente”.

A pesar de las calamidades que iban a sobrecoger a los hijos de Israel, ellos iban a llegar a ser muy numerosos. Y cuando son así grandemente multiplicados, ellos volverán a ser llamados hijos de Dios. Y así vemos aquí una profecía de la rebelión del pueblo de Dios, del rechazo de Dios también como su arrepentimiento y reaceptación por él. {2TG6: 15.2}

Discutamos por un momento los títulos “Judá” e “Israel”. Cuando se leen superficialmente estos títulos son como regla mal interpretados y se les hace dar a entender que significa los Judíos identificables. Pero nosotros no debemos ser lectores y razonadores superficiales. Seamos estudiantes profundos de la Biblia. Ahora, todos saben que los Judíos identificados de hoy son sólo un puñado – ciertamente no como la arena del mar. Por lo tanto, los innumerables hijos de Israel, no pueden ser los Judíos incrédulos de hoy. Además los

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Judíos identificables de hoy no son los descendientes del reino de las diez tribus, sino del reino de las dos tribus. ¿Quién es, entonces, esta multitud de gente a la que se refiere la profecía de Oseas? {2TG6: 15.3}

No debemos pasar por alto el hecho que el evangelio de Cristo dividió la casa de Judá en dos sectas – Judíos y Cristianos, que la iglesia Cristiana por cerca de cuatro años después de la resurrección de Cristo consistió prácticamente de Judíos solamente. Claramente, entonces, los Cristianos originales eran Judíos de pura sangre, – la iglesia Cristiana es sólo una rama de la iglesia Judía, pero ellos y sus descendientes han a través de los años, perdido su identidad racial. Entonces, también, los descendientes de ambos Israel y Judá, quienes a través de los años de cautividad perdieron su identidad como lo hicieron los Judíos que abrazaron la Cristiandad, de acuerdo a la profecía deben haber sido grandemente multiplicados. Claramente, entonces, muchos que son tomados como gentiles, son sino descendientes no identificables de la antigua Judá e Israel y los Judíos Cristianos. La misma iglesia Cristiana es, como hemos visto, una iglesia Judío-Cristiana. {2TG6: 16.1}

Por lo tanto, los descendientes de Jacob, quienes fueron asimilados por las naciones Gentiles, habrían de multiplicarse como la arena del mar. Ellos son los que, después de convertirse en Cristianos, son llamados nuevamente hijos del Dios viviente. {2TG6: 16.2}

De los que abrazaron primero la fe Cristiana, el Apóstol Pedro dice: “Vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia” 1ª Pedro 2:10. {2TG6: 16.3}

Y el Apóstol Juan dice: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos

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hijos de Dios” Juan 1:12. {2TG6: 16.4}

Ahora vemos que la profecía de Oseas 1 comienza con la casa de Israel y Judá, y nos trae a través de la corriente del tiempo hasta la era Cristiana. Por luz acerca de la iglesia en el período Cristiano, veamos en – {2TG6: 17.1}

Oseas 1:11 – “Y se congregarán los hijos de Judá y de Israel, y nombrarán un solo jefe, y subirán de la tierra; porque el día de Jezreel será grande”.

La Palabra de Dios, por lo tanto, definitivamente declara que los súbditos de los desgarrados reinos – Judá e Israel – como cristianos, junto con los Gentiles que se les han unido, se juntarán y levantarán para sí un rey. {2TG6: 17.2}

En un simbolismo similar, le fue dicho al profeta que después de muchos años de oscuridad y divagación, “Después volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios, y a David su rey [evidentemente David “la cabeza” que ellos levantan]; y temerán a Jehová y a su bondad en el fin de los días”. Oseas 3:5. {2TG6: 17.3}

Continuando con la misma ilustración de la familia, y apuntando hacia la era Cristiana, el Señor ordena: {2TG6: 17.4}

Oseas 2:1 – “Decid a vuestros hermanos: Ammi; y a vuestras hermanas: Ruhama”.

Aquí vemos que los nombres de los dos hijos del capítulo 1 son mencionados nuevamente, pero las primeras dos letras de cada nombre han sido quitadas:

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Lo-ruhama ha venido a ser Ruhama, y Lo-ammi ha venido a ser Ammi. Ahora el hecho que estos son hermano y hermana de Jezreel, señala la verdad que al que el Señor manda a hablarles a ellos, es Jezreel, el mayor de los tres. El ha de dar el mensaje a sus hermanos, Ammi y Ruhama. {2TG6: 17.5}

Ahora ¿Qué es todo esto? – No es muy difícil verlo. Jezreel a quien el Señor habla, representa un profeta. Su hermano y hermana, Ammi y Ruhama, pueden representar únicamente la membresía de la iglesia, ambos masculino y femenino. En la actualidad Jezreel debe llevar el mensaje de Dios a ellos. Y aquí está el mensaje: {2TG6: 18.1}

Oseas 2:2 – “Contended con vuestra madre, contended; porque ella no es mi mujer, ni yo su marido; aparte, pues, sus fornicaciones de su rostro, y sus adulterios de entre sus pechos”.

El hecho de que Dios mismo llama a la esposa alegórica del profeta Oseas Su esposa, revela que ella representa la iglesia, que Oseas representa a Dios, y que mientras Jezreel representa el portavoz de Dios, Ammi y Ruhama representan la membresía de la iglesia. En la Infancia (Oseas 1) ellos representan la iglesia del Antiguo Testamento, los Hebreos, pero en su juventud, teniendo sus nombres cambiados, (Oseas 2), ellos representan la iglesia del Nuevo Testamento, los Cristianos. {2TG6: 18.2}

Ahora que los laicos, a la orden de Dios a través de un profeta están pleiteado con la iglesia, por consiguiente, la reforma traída aquí es promovida por Inspiración y llevada por los laicos. Este es el reavivamiento y reforma por tanto tiempo esperados a los Laodicenses, y de aquí que es un

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movimiento laico traído por el reavivado Espíritu de Profecía. {2TG6: 18.3}

De esta profecía, vemos, la Denominación es acusada por Dios mismo de “prostitución”, por tener conexiones ilícitas con el mundo. Ella debe abandonar esta prostitución si quiere obtener el favor de Dios. {2TG6: 18.4}

Entendamos que estas no son palabras de hombre, sino de Dios. ¿Y no deberíamos estar agradecidos porque él está haciendo todo lo que puede para salvarnos? La iglesia debe arrepentirse, dice el Señor: {2TG6: 19.1}

Oseas 2:3 – “no sea que yo la despoje y desnude, la ponga como el día en que nació, la haga como un desierto, la deje como tierra seca, y la mate de sed”.

La Denominación con frecuencia se jacta de ganar miembros (hijos), pero Dios la acusa de que esos que ella trae son hijos ilegítimos. ¿Y cómo podría ser de otra manera si la iglesia misma está corrompida con el mundo? ¿Qué otra cosa podrían ser sus conversos? ¿Qué los liberaría de la influencia mundana, si ella misma (el ministerio), está corrompida con las prácticas del mundo? Verdaderamente sus conversos no pueden ser hijos legítimos. {2TG6: 19.2}

Oseas 2:5 – “Porque su madre se prostituyó; la que los dio a luz se deshonró, porque dijo: Iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida”.

La iglesia ha ido tras el mundo porque ella equivocadamente piensa que su sostén viene del mundo, de sus “amantes”. {2TG6: 19.3}

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Oseas 2:6 – “Por tanto, he aquí yo rodearé de espinos su camino, y la cercaré con seto, y no hallará sus caminos”.

Vemos aquí que la iglesia propone, pero Dios dispone; sus planes no salen como ella espera – ella pierde su camino como barco sin mapa o brújula errante en el mar. {2TG6: 20.1}

Oseas 2:7 – “Seguirá a sus amantes, y no los alcanzará; los buscará, y no los hallará. Entonces dirá: Iré y me volveré a mi primer marido; porque mejor me iba entonces que ahora”.

Nuevamente vemos que las pruebas y circunstancias adversas son para nuestro bien, porque es así como la iglesia es traída a su sentido correcto. {2TG6: 20.2}

Oseas 2:8-12 – “Y ella no reconoció que yo le daba el trigo, el vino y el aceite, y que le multipliqué la plata y el oro que ofrecían a Baal. Por tanto, yo volveré y tomaré mi trigo a su tiempo, y mi vino a su sazón, y quitaré mi lana y mi lino que había dado para cubrir su desnudez. Y ahora descubriré yo su locura delante de los ojos de sus amantes, y nadie la librará de mi mano. Haré cesar todo su gozo, sus fiestas, sus nuevas lunas y sus días de reposo, y todas sus festividades. Y haré talar sus vides y sus higueras, de las cuales dijo: Mi salario son, salario que me han dado mis amantes. Y las reduciré a un matorral, y las comerán las bestias del campo”.

De estos versículos vemos que fue tal separación de Dios lo que causó que la iglesia en su era Cristiana primitiva perdiera su camino y todas

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sus posesiones, inclusive sus días de fiesta, sus lunas nuevas, sus sábados, y todas sus fiestas solemnes. {2TG6: 20.3}

Esto fue exactamente lo que pasó cuando comenzaron “las Edades Oscuras” de la religión. Los paganos en cuyas garras cayó la iglesia no fueron más culpables para llevar a la iglesia a la oscuridad que lo que fueron los Caldeos de destruir a Judá y su templo. La culpa real cae sobre la iglesia misma. Y esta debería ser una lección duradera para cada uno de nosotros, para que nunca más tengamos conexión ilícita con el mundo, y nunca nos apartemos del Señor. {2TG6: 21.1}

Ahora, leamos que otras experiencias habría de pasar la iglesia: {2TG6: 21.2}

Oseas 2:13, 14 – “Y la castigaré por los días en que incensaba a los baales, y se adornaba de sus zarcillos y de sus joyeles, y se iba tras sus amantes y se olvidaba de mí, dice Jehová. Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón”.

Note que Dios visita la iglesia no cuando ella está en buena condición espiritual con él, sino cuando ella está en su más grande idolatría. Verdaderamente, él no podría visitarla en un tiempo más oportuno, porque sólo cuando está en las más grandes tinieblas puede posiblemente discernir la luz. Y sabemos que su condición, no puede mejorar al menos que él la llame. Así fue en el tiempo de Juan el Bautista, también cuando vino la reforma protestante, y así es hoy. Dios sabe como salvar. Salvar es su principal interés. {2TG6: 21.3}

“Dios exige ciertas cosas de su pueblo;

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si sus hijos dicen: Yo no entregaré mi corazón para hacer esto, el Señor les permite obrar de acuerdo con su supuesto buen juicio sin sabiduría celestial, hasta que este texto [Isa. 28: 13] se cumpla. No habéis de decir: Seguiré la dirección del Señor hasta un cierto punto que esté de acuerdo con mi juicio, aferrándoos entonces a vuestras propias ideas, y rechazando ser modelados a la semejanza del Señor. Hágase la pregunta: ¿Es ésta la voluntad del Señor? y no, ¿es ésta la opinión o el juicio de _______?” Testimonios para Ministros, página 419. {2TG6: 21.4}

¿Y cuál es la promesa de Dios para su iglesia ahora? {2TG6: 22.1}

Oseas 2:15 – “Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza; y allí cantará como en los tiempos de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto”.

Como resultado de que sus viñas son restauradas, y también por serle dado el valle de Acor por puerta de esperanza, la iglesia ha de cantar como en el día de su juventud, como cuando salió de la tierra de Egipto y se introdujo en la Tierra Prometida. ¿Qué podrá ser sus viñas sino su propia tierra? Y si el valle de Acor es una puerta de esperanza para ella, ¿qué puede ser sino lo que fue en el tiempo de Josué – remover los Acanes de hoy de su medio (Oseas 2:15)? Verdaderamente, esta es su única esperanza – de hecho, aún más de lo que fue en los días de la derrota de Israel en Hai, la puerta a la Tierra Prometida. {2TG6: 22.2}

“Los que no sienten pesar por su propia decadencia espiritual ni lloran sobre los pecados ajenos quedarán sin el sello de Dios. El Señor ordena a sus mensajeros, los hombres que

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tienen las armas de matanza en la mano: ‘Pasad por la ciudad en pos de él, y herid; no perdone vuestro ojo, ni tengáis misericordia. Matad viejos, mozos y vírgenes, niños y mujeres, hasta que no quede ninguno: mas a todo aquel sobre el cual hubiere señal, no llegaréis; y habéis de comenzar desde mi santuario. Comenzaron pues desde los varones ancianos que estaban delante del templo’. {2TG6: 22.3}

Aquí vemos que la iglesia, el santuario del Señor, era la primera en sentir los golpes de la ira de Dios. Los ancianos, aquellos a quienes Dios había brindado gran luz, que se habían destacado como guardianes de los intereses espirituales del pueblo, habían traicionado su cometido. Habían asumido la actitud de que no necesitamos esperar milagros ni la señalada manifestación del poder de Dios como en tiempos anteriores. Los tiempos han cambiado. Estas palabras fortalecen su incredulidad, y dicen: El Señor no hará bien ni mal. Es demasiado misericordioso para castigar a su pueblo. Así el clamor de paz y seguridad es dado por hombres que no volverán a elevar la voz como trompeta para mostrar al pueblo de Dios sus transgresiones y a la casa de Jacob sus pecados. Estos perros mudos que no querían ladrar, son los que sienten la justa venganza de un Dios ofendido. Hombres, jóvenes y niñitos, todos perecen juntos”. Testimonios para la Iglesia, Volumen 5, página 196. {2TG6: 23.1}

Oseas 2:16 – “En aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi, y nunca más me llamarás Baali”.

Así es que después que los hipócritas y pecadores sean quitados del camino, la iglesia no llamará más al Salvador Baali (Señor), sino que ella lo llamará Ishi (Marido). El significado es que entonces él será verdaderamente su marido, mientras que ahora él es para ella como si fuera sólo alguien de grande personalidad. {2TG6: 23.2}

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Oseas 2:18 – “En aquel tiempo haré para ti pacto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra; y quitaré de la tierra arco y espada y guerra, y te haré dormir segura”.

Aquí hay paz, la única paz que uno puede tener hoy si así lo desea. Esta es paz que sobreabunda con seguridad. Los santos, después que los pecadores han sido removidos de entre ellos, no necesitan temer a las bestias, aves del cielo o de las serpientes de la tierra, ni arma ni espada; ellos pueden reposar en confianza y seguridad que nada los dañará, porque “Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará”. Mateo 3:12 {2TG6: 24.1}

Oseas 2:19-21 – “Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia. Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehová. En aquel tiempo responderé, dice Jehová, yo responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra”.

Al decir que el Señor escuchará los cielos, y los cielos a la tierra, la Inspiración actualmente dice que cuando estas cosas tomen lugar en la tierra, el Señor estará en medio de su pueblo, que él hablará desde la tierra y sus súbditos en el cielo le escucharán. {2TG6: 24.2}

Oseas 2:22 – “Y la tierra responderá al trigo,

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al vino y al aceite, y ellos responderán a Jezreel”.

Oír el trigo, el vino, y el aceite es oírlos hablar. Y puesto que el trigo, el vino y el aceite real no pueden hablar, ellos deben ser figurativos de comida y bebida espiritual– figurativos del poderoso mensaje del día grande y terrible del Señor. Y por el hecho que el pueblo de la tierra oirán a Jezreel, el portavoz de Dios, es claro que el llamado, “Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis participantes de sus pecados, y no recibáis de sus plagas” (Apocalipsis 18:4), completará su obra asignada. Los que salgan, irán al antes mencionado lugar de seguridad. Y los que no escuchen a Jezreel perecerán como lo hicieron los Judíos que rechazaron los profetas de sus días. {2TG6: 25.1}

Ahora repasemos nuestro estudio de hoy siguiendo esta ilustración gráfica: {2TG6: 25.2}

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Aquí vemos a Jezreel, Lo-ruhama, y Lo-ammi como niños pictóricamente representando los reinos de Israel y Judá en sus calamidades, una completa pero breve historia de la iglesia del Antiguo Testamento y su pueblo. {2TG6: 26.1}

Luego vemos que las letras “Lo” son quitadas de los nombres Ruhama y Ammi, denotando un cambio de nombres – Judíos llamados Cristianos – significando “misericordia” y Mi pueblo” en vez de “no misericordia” y “no mi pueblo”. El nombre de Jezreel, sin embargo, permanece igual, y como el representa los profetas de Dios en todos los tiempos, esto muestra que ellos son descendientes de Jacob y por lo tanto nosotros debemos oírlos y obedecerlos. {2TG6: 26.2}

La familia como niños representa el pueblo de la iglesia del Antiguo Testamento, y como jóvenes representan la iglesia del Nuevo Testamento, muestra que el crecimiento espiritual ha sido hecho a través de la corriente del tiempo, que ahora ellos han crecido, capaces de tomar “comida sólida”, y ser verdaderamente los reformadores de la iglesia, y los misioneros para el mundo. {2TG6: 26.3}

También vemos que la misma madre y el mismo padre, junto con los hijos, representan ambas la iglesia del Antiguo y del Nuevo Testamento; que los descendientes de Jacob son en realidad el antiguo árbol de olivo (Romanos 11:24), que la única manera que los Gentiles pueden entrar al reino es siendo injertados en el antiguo árbol de olivo. Judío o Gentil, todos se deben unir si ellos estarán en el reino. Esto puede ser solamente por nuestro propio consentimiento y acción ahora mientras el Espíritu está contendiendo con nosotros, y mientras el Señor está listo para hacer la obra. Nadie necesita ser excluido. Nadie necesita permanecer tibio Laodicense al menos que así lo escoja. Mi esperanza es que todos escogerán la vida

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en vez de la muerte. {2TG6: 26.4}

Enseguida vemos que la iglesia como un todo, como una familia, se compone de un padre, una madre, y de hijos e hijas, que el padre es Dios; que la esposa es el ministerio (los que traen los conversos); que los niños son los laicos. También vemos que la iglesia (la mujer) se casó con el Señor en su juventud, en el día que salió de Egipto; que aunque el ministerio como un todo nunca ha avanzado de una verdad a otra, la iglesia (la esposa) continuó siendo reemplazada por nuevos y sucesivos ministerios una y otra vez. Y ahora que ella está excesivamente en prostitución, obviamente ella será reemplazada por un nuevo ministerio, y así ella vendrá a ser fiel a nuestro Padre; que esto será completado al quitar los pecadores de su medio. Entonces le serán dadas sus viñas, y entonces vivirá ella y sus hijos en paz y seguridad. {2TG6: 27.1}

Claramente, entonces, la lascivia huirá actualmente, y este reavivamiento y reforma traído por este movimiento laico completará su obra asignada. Y así, vemos que como resultado con la protesta de los hijos, toda la familia de Dios vivirá felizmente en paz y seguridad para siempre. {2TG6: 27.2}

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