S
iendo provisional en establecimiento igual que en nombre, la Asociación de los Davidianos Adventistas del Séptimo Día existe con el sólo propósito de efectuar una obra divinamente dada dentro de la denominación Adventista del Séptimo Día donde restringe estrictamente sus actividades. Mientras su trabajo dentro de ella llega a su fin, y los “siervos de nuestro Dios” (Apocalipsis 7:3) sean sellados, su nombre será cambiado (Isaías 56:5; 62:2; 65:15) y su propósito y obra llegarán a abarcar todo el evangelio (Mateo 17:11; Hechos 3:21; Isaías 61:4-7). Entonces su Constitución y sus Reglas o “Reglamentos”, como descritas en este libro, llegarán a ponerse en operación del todo.
El objetivo de esta asociación es efectuar dentro del pueblo de Dios aquella reforma llamada en Testimonios para la Iglesia, Volumen 9, páginas 102-103, como un movimiento prerrequisito para anunciar “La Llamada Undécima” (Mateo 20:6,7) del “evangelio eterno … A cada nación, y linaje, y lengua, y pueblo”. Apocalipsis 14:6. Por medio de esta llamada, el Fuerte Clamor del mensaje de los tres ángeles, ha de reunir “el pueblo de los santos del Altísimo” (Daniel 7:27) en el reino “que no se destruirá jamás … sino que desmenuzará y consumirá todos los reinos”. Daniel 2:44. De esta manera abrirá paso para el reinado de Cristo como Señor de Señores y Rey de reyes sobre toda la tierra para siempre jamás.